Cuando se habla de gestión del Talento Humano, una de las cuestiones más delicadas que pueden tratarse hace referencia a la condición del jefe o gerente, de responsable o de directivo.
En una formulación más o menos reciente, Robert Sutton identificó una docena de creencias o características que suelen estar presentes en los considerados “buenos gerentes”, y acostumbran a estar ausentes del perfil, de la actitud y de la acción de los “malos gerentes”, estos son:
1. Un “buen gerente” nunca piensa que conoce totalmente lo que sienten o piensan los integrantes de su equipo. Busca feedback, recaba información e investiga al respecto. Intenta averiguar las sensaciones y el nivel de satisfacción de quienes trabajan con él.
2. El éxito del gerente y de su equipo depende en gran parte de ser capaz de actuar como maestro y guía. No se motiva a las personas ni se consigue buena comunicación con formulaciones complejas o con ‘ideas magistrales’.
3. Centrarse prioritariamente en los pequeños triunfos de cada día, y no en las grandes metas a medio y largo plazo.
4. El gerente debe buscar el equilibrio necesario, la síntesis armoniosa entre actuar con certeza, con dudas constructivas y con empatía ante su equipo. Es necesario buscar una mezcla sutil entre seguridad e inseguridad o dudas que nos empujan a buscar soluciones, mejoras e innovación.
5. El gerente debe proteger a su equipo de las intrusiones externas, de la distracción y del dogmatismo.
6. Mostrarse seguro a la hora de convencer a su equipo, pero también mostrarse humilde ante los posibles errores, sobre todo en un entorno de innovación. Este equilibrio entre orgullo y seguridad ayuda a ganar credibilidad.
7. Es necesario mantener una actitud continua de acción firme y de escucha activa permanente cuando se guía el trabajo del equipo en un contexto de innovación.
8. El buen gerente convierte los errores de su equipo en algo útil, en materia prima para logros posteriores. Además, transmite a su gente que es necesario cometer errores para crear valor con base en nuevas ideas.
9. Hay que empujar al equipo a producir ideas y a saber discriminar qué ideas pueden ser útiles para la organización y qué ideas no van a aportar valor a los procesos, productos o servicios.
10. El buen gerente debe intentar concentrar su mayor atención en eliminar aspectos o efectos negativos que se registren en la dinámica de trabajo del equipo.
11. Los métodos, el procedimiento utilizado para hacer el trabajo es tan importante como el propio trabajo en sí. El cómo es tan importante como el qué.
12. El buen gerente es consciente de que posee un gran poder respecto de su equipo, por lo que debe moderar sus acciones y tomar en consideración posibles efectos negativos sobre las personas. La sensibilidad debe ser una cualidad y una actitud preeminente.
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